Chicas, lo siento mucho, pero
esta vez, voy a escribir en español, oops, perdonad, en CASTELLANO. Si, aquí tenemos
diferencia entre Español y Castellano, asi que hay que mencionar del idioma como
“castellano”, no “español”, lo cual es políticamente incorrecto, aqui. Para ser
honesta a mi refanfinfla lo del nombre del idioma, pero a los catalanes les
ofende, entonces llamamos el idioma del estado de España “castellano”, lo de la
Catalunya “català”.
Tengo muchísimas dudas con el idioma. Antes de llegar a
Barcelona, tenía muchas ganas de aprender ese català, y había empezado al curso
enseguida, pero no sé porqué (mentira! Sí que sé muy bien el porqué),
recientemente he dejado de ir a las clases. Vamos que soy floja. Flojísima, que
no podía levantarme a las 8.30 de la mañana para ir a la clase de catalán que
era a las 9.30 y a 2 minutos andando. No estoy muy orgullosa de lo que hago, o bien de
lo que no hago J Pero eso lo que pasa. Clases muy lentas, con los Pakis quienes no entienden nada de nada, ni castellano. Es algo muy rabioso y te desmoraliza,
vamos. Ah y además el idioma no me ha gustado. Ya lo he dicho. No me gusta nada el catalán, sobre todo la pronunciación no es como castellano, de hecho complica todo! Así que no quiero aprenderlo. Si, desafortunadamente tengo que aprender a querer
ese idioma, lo cual se está hablando solo por los catalanes dónde vivo ahora
yo.
Desde pequeña, siempre he
odiado hacer cosas que la gente me esforzaba que hiciera. Estoy segura de que
he construido un sistema muy duro como de defensa, para rechazar todo lo que dice constantemente todo el mundo que haga. Hago lo contrario de lo que digan, siempre. O si no lo hago, seguro que se me quitan las ganas de hacerlo para nada, y termino no haciendolo.
¡REBELDE!
Bueno, el tema no es el idioma
ahora. Es la ironía de nuestro estado en Barcelona.
Escena: 3 chicas, una de
Turquía, otra de México y la tercera de Brasil, sentadas en un bar chino,
haciendo un trabajo de grupo sobre la vida de los inmigrantes mujeres. En otra mesa
al lado, algunas chicas hablando, riéndose, en chino.
Os parece irónico también ¿a
qué si?
A ver; si no tenemos amigos
catalanes porque no quieren salir con nosotras por diferentes motivos, no nos
encontramos con nadie catalán por los bares chinos, en las fiestas solo están los
extranjeros hablando con nosotras, entonces ¿para qué sirve agobiarnos con este
idioma que casi nunca vamos a practicar, si no tenemos planes de trabajar en el
ayuntamiento o gobierno?
Vale, confieso que me servirá
para entender las clases.
Al final, ahora sólo puedo
tener una conversación muy básica, que me permite preguntar por alguien y
contestar:
-Hola ¿Com
va això?
-Molt
bé, ¿i tu?
-Anar
fent. Gràcies.
Hoy el tema siempre vuelve a lo
del idioma, me he dado cuenta. ¿Qué hago yo, si me han quitado las ganas de aprender
otro idioma desde cero?
PS: Foto hecha en el Raval, no por mi.
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